La investigación judicial sobre el fentanilo contaminado no solo expuso las graves falencias de control en la producción, sino también el futuro que los dueños del grupo HLB –la familia Furfaro– proyectaban para la planta de San Isidro.
De acuerdo con testimonios incorporados al expediente a cargo del juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, los directivos ya planificaban mudar la producción a la ciudad bonaerense de Ramallo y cerrar el predio de San Isidro para destinarlo a negocios inmobiliarios.
Un empleado declaró ante la Justicia que un cargo de director técnico que le ofrecieron era “provisorio ya que el laboratorio HLB mudaría sus instalaciones a Ramallo”
La idea era vender el predio para la construcción de un complejo de viviendas, según se desprende de la declaración.

Emprendimiento inmobiliario
La decisión, agregó, se apoyaba en lo que era “de público conocimiento, que los directivos de HLB habrían vendido el laboratorio para un emprendimiento inmobiliario”. Incluso mencionó que parte del terreno había sido entregado, a una conocida desarrolladora de la zona que habría comenzado gestiones en el predio.
En paralelo, el personal recibió un correo de Recursos Humanos que confirmaba el rumbo de los hechos: “HLB, planta de San Isidro, cerraba por vacaciones del 18 de diciembre de 2024 al 13 de enero de 2025. Nos llamó la atención, pero como se estaban mudando lo aceptamos”, relató una empleada.
La resolución del Juzgado Federal 3 de La Plata sintetiza : San Isidro estaba pensada como una planta de transición. El corazón de la producción de fármacos quedaría en Ramallo y el predio de zona norte bonaerense se convertiría en un activo inmobiliario de alto valor para los dueños, la familia Furfaro.
El mismo imputado detalló que su labor en San Isidro se limitaba a tareas administrativas vinculadas a los envases y prospectos, lo que reforzaba la idea de que la producción efectiva estaba en retirada.
La resolución subraya así que el destino de la planta de San Isidro no era la continuidad industrial, sino su reconversión inmobiliaria, mientras la fabricación de fármacos se concentraba en la planta de Ramallo
De qué se acusa a los Furfaro
Todo surge de la extensa resolución de 400 carillas en la cual se procesó con prisión preventiva a Ariel y Diego García Furfaro y otros directivos de HLB Pharma Group SA
El juez procesó a los hermanos Ariel, Diego y Damián García, junto con Nilda Furfaro y otros quince imputados, investigados por su rol en la producción y distribución del fentanilo contaminado que provocó un brote mortal con más de un centenar de víctimas
Se los acusa por adulteración de sustancias medicinales destinadas al uso público sanitario, en su forma agravada por haber causado la muerte de pacientes. En algunos casos, la calificación se amplió a coautoría funcional y se acompañó de embargos millonarios y prisión preventiva para los principales responsables.
